¿Cuáles son los beneficios del secado rápido en vacas lecheras y cómo debe gestionarse?
En los últimos años, la presión sobre los ganaderos en torno a las prácticas de secado ha aumentado considerablemente. La selección genética, la nutrición y una gestión más eficiente han contribuido a aumentar significativamente la producción de leche. Sin embargo, estos avances también han dificultado el cese de la producción de leche al final de la lactancia, especialmente en vacas de alta producción. El período de secado es crucial para garantizar una producción de leche óptima y una buena salud de la ubre en la siguiente lactancia. Durante este tiempo, las vacas están expuesta a un mayor riesgo de desarrollar nuevas infecciones intramamarias (Figura 1), especialmente al inicio del periodo seco (Vilar y Rajala-Schultz, 2020).
Tradicionalmente, se han utilizado métodos convencionales para inducir el secado y proteger la salud de la ubre durante este período. Sin embargo, con la creciente preocupación por la resistencia a los antimicrobianos y el aumento del interés de los clientes por el bienestar animal, el manejo del secado se ha vuelto aún más desafiante. Hoy en día, el sector lechero debe encontrar un equilibrio entre la salud y el bienestar de los animales, logrando además la sostenibilidad de la producción de estos sistemas intensivos.

Métodos de secado
Existen dos enfoques principales para interrumpir la producción de leche.
- Secado abrupto: consiste en detener por completo el ordeño en un día predeterminado, en función de la fecha prevista para el parto de la vaca y la duración deseada del período seco.
- Secado gradual (también conocido como ordeño intermitente): consiste en disminuir progresivamente la frecuencia del ordeño durante un período determinado hasta llegar al último ordeño antes del inicio del período seco.
El método de secado elegido varía considerablemente entre países y explotaciones. El secado abrupto es un enfoque ampliamente adoptado, ya que se utiliza en el 74 % de las explotaciones lecheras de EE.UU., el 73 % en Alemania (Bertulat et al., 2015) y el 83 % en Escocia (Fujiwara et al., 2018). Desde el punto de vista de la gestión, el secado abrupto es fácil de implementar, especialmente en rebaños grandes con partos durante todo el año, ya que el proceso puede completarse en un solo día. Sin embargo, en rebaños estacionales puede suponer un reto, ya que exige gestionar una alta demanda de mano de obra en un corto periodo de tiempo, para secar a un gran número de vacas simultáneamente. En Finlandia, por ejemplo, el 96 % de los productores de leche aplican un protocolo de secado gradual ((Vilar et al., 2018) ; Vilar y Rajala-Schultz, 2020).
Efectos del secado rápido en la producción de leche y el recuento de células somáticas
Existe la creencia común que el secado abrupto puede tener un impacto negativo en la producción de leche y en el recuento de células somáticas (RCS). Sin embargo, varios estudios han demostrado que este método no afecta de manera significativa ni a la producción de leche ni al RCS en la lactancia siguiente, en comparación con el secado gradual (Gott et al., 2017; Combs et al., 2024).
Además, se ha observado que las vacas con alta producción de leche que son secadas de forma abrupta tienden a mantener una mayor ingesta de materia seca durante el período seco, y mantienen este comportamiento en la lactancia posterior. Este comportamiento resulta beneficioso, ya que se traduce e una mayor producción de leche al inicio de la siguiente lactancia. Por otro lado, una mayor ingesta de materia seca durante el período seco también tiene un efecto positivo en el balance energético, lo que contribuye a mejorar la salud general de la vaca lechera.
Duración del periodo seco
La duración del período seco es un factor clave para asegurar un buen comienzo en la siguiente lactancia. Diversos estudios han demostrado que vacas con un período seco más corto tienden a presentar una menor producción de leche en la siguiente lactancia, especialmente cuando el secado se hizo de forma abrupta.
En concreto, las vacas con un período seco inferior a 45 días produjeron 3,8 kg/día menos leche que aquellas que estuvieron secas ≥65 días, y 1,3 kg/día menos que las vacas con periodos de 55 a 64 días. Las vacas secadas abruptamente y con períodos secos cortos (<45 días) produjeron significativamente menos leche en comparación con aquellas que también fueron secadas abruptamente pero con períodos secos más largos. En cambio, entre las vacas que fueron secadas de forma gradual, no se observaron diferencias en la producción de leche según la duración del período seco. Finalmente, no se encontró ningún efecto directo del método de interrupción de la producción de leche en relación con la salud de la ubre y la productividad.
Ventajas del secado abrupto
Gott et al. (2017) y Combs et al. (2024)
» Óptima producción de leche
Al continuar ordeñando a las vacas a su máxima capacidad de producción hasta el último día antes del secado, los ganaderos pueden maximizar la producción de leche en la lactancia actual, manteniendo un período óptimo de secado de 40 a 60 días.
» Mejor ingesta de materia seca (DMI)
Las vacas altamente productivas tienen una mayor DMI durante el periodo seco, hecho que persiste en la siguiente lactancia.
» No hay aumento de RCS en el secado o en la lactancia posterior
Las vacas secadas de forma gradual presentaron niveles más altos de RCS durante el secado en comparación con aquellas secadas de forma abrupta. Además, una alta producción al momento del secado no está asociado con un aumento de RCS en la siguiente lactancia.
Impacto de un secado abrupto en los niveles de estrés
Aunque el secado abrupto es una práctica comúnmente utilizada en muchos países y explotaciones lecheras, diversos estudios han demostrado una correlación entre este método y un aumento en los niveles de estrés de las vacas lecheras, debido principalmente a la presión acumulada en la ubre. Las vacas de alta producción parecen experimentar un mayor estrés durante el secado en comparación con aquellas de bajo rendimiento, especialmente cuando el ordeño se interrumple de forma repentina (Vilar y Rajala-Schultz, 2018; Bertulat et al., 2013). En la mayoría de los casos, este estrés se manifiesta en una menor ingesta de alimento y un aumento de los niveles de NEFA en sangre (cuerpos cetónicos).
Con el fin de apoyar a los ganaderos en el proceso de secado abrupto y hacerlo mucho más cómodo, AHV ha desarrollado una solución revolucionaria: AHV StopLac, un producto formulado específicamente para ayudar a las vacas lecheras durante el período de secado y minimizar los potenciales efectos negativos asociados.
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Es bien conocido que la transición hacia el periodo seco puede generar estrés en la vaca y aumentar la presión en la ubre, lo que a su vez puede provocar molestias, pérdida de leche e incrementar el riesgo de contaminación bacteriana.
AHV StopLac actúa reduciendo la producción de leche mediante un ajuste temporal en la fermentación del rumen. De esta forma, nuestro bolo ayuda a aliviar la presión en la ubre, mejorando la comodidad de la vaca tras el secado. Esto favorece un período seco óptimo, beneficiando tanto la salud de la ubre como el desarrollo del ternero.
Referencias
Bertulat, S., Fischer-Tenhagen, C., Suthar, V., Möstl, E., Isaka, N., & Heuwieser, W. (2013). Measurement of fecal glucocorticoid metabolites and evaluation of udder characteristics to estimate stress after sudden dry-off in dairy cows with different milk yields. Journal of Dairy Science, 96(6), 3774–3787. http://dx.doi.org/10.3168/jds.2012-6425
Bertulat, S., Fischer-Tenhagen, C., & Heuwieser, W. (2015). A survey of drying-off practices on commercial dairy farms in northern Germany and a comparison to science-based recommendations. Veterinary Record Open, 2(1), e000068. https://doi.org/10.1136/vetreco-2014-000068
Combs, G. J., Flemming, T. A., Goetz, B. M., Rodríguez-Jimenez, S., Opgenorth, J., Mayorga, E. J., Buol, B. M., Schuling, S. E., Schimek, D. E., & Baumgard, L. H. (2024). 2386 – Pre-dry-off milk yield and its association with future metabolism and productivity. Abstract of the 2024 American Dairy Science Association Annual Meeting. Journal of dairy science, 107(1), 316.
Fujiwara, M., Haskell, M. J., Macrae, A. I., & Rutherford, K. M. D. (2018). Survey of dry cow management on UK commercial dairy farms. Veterinary Record, 183(9), 297. https://doi.org/10.1136/vr.104755
Gott, P. N., Rajala-Schultz, P. J., Schuenemann, G. M., Proudfoot, K. L., & Hogan, J. S. (2017). Effect of gradual or abrupt cessation of milking at dry-off on milk yield and somatic cell score in the subsequent lactation. Journal of Dairy Science, 100(3), 2080–2089. https://doi.org/10.3168/jds.2016-11444
Vilar, M. J. & Rajala-Schultz, P. J. (2018). Short communication: Drying-off practices and use of dry cow therapy in Finnish dairy herds. Journal of Dairy Science, 101(9), 7487–7493. https://doi.org/10.3168/jds.2018-14742
Vilar, M. J., & Rajala-Schultz, P. J. (2020). Dry-off and dairy cow udder health and welfare: Effects of different milk cessation methods. The Veterinary Journal, 262, 105503. https://doi.org/10.1016/j.tvjl.2020.105503
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